¿Cómo funciona un manómetro?
Los manómetros industriales suelen tener una escala graduada que mide la presión, normalmente, en bares, pascales o en psi (fuerza por pulgada cuadrada).
Todos los manómetros de presión tienen un elemento que cambia alguna propiedad cuando son sometidos a la presión. Dichos cambios se manifiestan sobre una escala o pantalla calibrada directamente en las unidades de presión correspondientes. La aguja nos indica la presión en el interior del circuito.
En la imagen se muestran 2 escalas, la superior nos marca los bares, mientras que la inferior nos mide la presión en psi. En la escala se usan colores normalmente para identificar franjas de seguridad, por ejemplo, el color rojo indica una presión por encima al margen seguro de operación para ése sistema.
Lo más importante del funcionamiento de un manómetro es su exactitud o precisión. La exactitud se define como la diferencia máxima (error) entre el valor verdadero y el valor indicado por el manómetro expresado como porcentaje.
La precisión del manómetro está estrechamente relacionada con su precio. Las aplicaciones que requieren lecturas menos precisas, pueden utilizar una precisión de “3-2-3”, que significa que los indicadores tienen una precisión de más o menos 3% en el tercer y último tercio inferior de su rango de medición (escala), y dentro de 2% en el tercio medio. Hay manómetros que pueden ser tan precisos y llegar al 0.25%.
Los medidores de presión o manómetros se utilizan en el mundo para tareas que van desde el control de los neumáticos de un auto, hasta la vigilancia de la presión de varios sistemas dentro de una planta de energía nuclear.
Apegados a la norma NMX-EC-17025 Abaa Metrología realiza servicios de calibración a manómetros de presión positiva y negativa en diferentes rangos.
Otros usos pueden ser el control de la presión en un circuito neumático o hidráulico, el control de la presión del líquido de frenos de un coche, en sistemas de calefacción, ventilación, aire acondicionado y de refrigeración.